Las mujeres como agentes de cambio en el manejo adecuado de COPS

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) contienen sustancias químicas como plomo, cro­mo, mercurio, cadmio, berilio, arsénico, y compuestos bromados y clorados; que son conocidas como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP). Los COP se caracterizan por ser persistentes, móviles, bioacumulables y biomagnificables, ya que permanecen intactas durante largos periodos; se dispersan en el medio ambiente en los procesos naturales del suelo, agua y, sobre todo, aire; y, además, se acumulan en el tejido graso de los organismos vivos.

 

Los COP no afectan a todos los seres humanos por igual. Las mujeres embarazadas o lactantes, niños, niñas y adolescentes, son más vulnerables a estos químicos al encontrarse en etapas vitales de desarrollo físico y neurológico. En el caso de las mujeres, la exposición a productos químicos antes y durante los años reproductivos, implica un riesgo para ellas y para las generaciones futuras ya que pueden transmitir cerca del 30 por ciento de su carga química a través del embarazo y la lactancia materna.[1]

 

Además de los factores biológicos, los aspectos sociales como las diferentes ocupaciones y responsabilidades en el trabajo y el hogar también influyen en la vulnerabilidad de las mujeres ante los COP. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 12.9 millones de mujeres en el mundo trabajan en el sector informal de manejo de residuos electrónicos, sin medidas de seguridad adecuadas, por lo tanto, son más vulnerables a los COP[2].

 

Por otro lado, las mujeres son un poderoso agente de cambio en el manejo ambientalmente adecuado de residuos eléctricos y electrónicos, tal como lo establece el Convenio de Estocolmo[3]. Este convenio busca limitar y, de ser posible, eliminar el uso de COP a nivel mundial y asume que esto solo es posible con la participación de las mujeres en los procesos políticos y de toma de decisiones, por ello, la igualdad de género es uno de sus objetivos primordiales.

 

México forma parte del Convenio de Estocolmo y para cumplir parte de los compromisos adquiridos en este tratado internacional, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México implementan el Proyecto Residuos COP[4], para regular el manejo adecuado de residuos electrónicos, disminuir los riesgos a la salud y mejorar la conservación del medio ambiente.

 

Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna anual, que se celebra entre el 1 y el 7 de agosto, la OMS subraya la importancia de la protección a la maternidad como un elemento clave para mejorar la salud, el desarrollo social y económico de los individuos y de las naciones[5]. Por lo anterior, el Proyecto Residuos COP hace énfasis en medidas para proteger a los sectores más vulnerables de la población, como las mujeres, niñas y niños, y así, asegurar que todos los esfuerzos de desarrollo tomen en cuenta las experiencias, necesidades y contribuciones de todos los grupos poblacionales.

 

[1] Plan de Acción de Género de los proyectos “Manejo y Destrucción Ambientalmente Adecuados de BPC en México: Segunda Etapa y Manejo Ambientalmente Adecuado de Residuos con Contaminantes Orgánicos Persistentes, 2019, pp. 16

[2] Obtenido del sitio web: news.un.org/es/story/2021/06/1493342

[3]Obtenido del sitio web: www.residuoscop.org/nota/porque_tendria_que_importarte_el_convenio_de_estocolmo

[4] Obtenido del sitio web: http://www.residuoscop.org/que_es_el_proyecto

[5] La Semana Mundial de la Lactancia Materna 2021:

https://www.paho.org/es/campanas/campana-semana-mundial-lactancia-materna-2021

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