El agua es la sustancia más importante para mantener la vida en el mundo. Los animales, las plantas y los seres vivos dependemos de este líquido para sobrevivir. Sin embargo, la contaminación y el uso desmedido de este recurso han provocado que el acceso a él sea cada vez más limitado.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el 2015 el 7 de cada 10 personas a nivel mundial tenía un acceso seguro a agua potable a través de suministros controlados y no contaminados. En contraste, se espera que para el 2025 aproximadamente la misma cantidad de personas se encuentre en una situación de escasez de agua.

Es por el riesgo que representa la escasez del agua a nivel mundial, que en la Agenda 2030 se plantea el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS) Agua limpia y saneamiento, que busca garantizar el acceso universal al agua potable segura y asequible para todos en 2030.

Además del tema del acceso al agua, la contaminación del líquido vital alrededor del mundo es preocupante. Por eso, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo realiza acciones para evitar la contaminación del agua a través del proyecto Residuos COP implementado junto a la SEMARNAT.

De acuerdo con los resultados del 2020 del Global E-Waste Monitor, se produjeron en el mundo 53.6 millones de toneladas de residuos electrónicos y eléctricos, lo que equivale a 7.3 kilogramos por persona aproximadamente.  En el caso de México, se producen anualmente 460 mil toneladas y es el segundo país que más produce en América Latina solo después de Brasil. La mayor parte de éstos son televisiones, computadores, teléfonos celulares, tabletas electrónicas y monitores de rayos catódicos, entre otros, que han llegado al fin de su vida útil o se encuentran dañados.

Para enfrentar la problemática y el riesgo a la salud y al medio ambiente que representan los COP, se celebró en 2004 la entrada en vigor del Convenio de Estocolmo—del que México forma parte – que busca reducir y eliminar la contaminación en el ambiente, incluyendo en los cuerpos de agua mundiales, por emisión de COP. Recordemos que este tipo de sustancias altamente tóxicas, deben de aislarse y tratarse adecuadamente, para evitar que se depositen en los ríos, mares y lagunas y afectar la salud de los seres vivos y los ecosistemas acuáticos.

Afortunadamente, existe tecnología alrededor del mundo que nos permite asegurar un tratamiento adecuado de todo tipo de residuos, incluyendo los electrónicos. Sin embargo, debemos asegurar cooperación y mecanismos de trabajo entre las naciones y nuestras comunidades para crear las condiciones de desarrollo inclusivo que nos permitan mayor capacidad de captación y tratamiento de residuos electrónicos y a su vez asegurar las condiciones óptimas de nuestro recurso más importante: el agua.

Organización Mundial de la Salud. “Agua y servicios de suministro de agua potable”. Obtenido de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/drinking-water

Vanessa Forti, Cornelis Baldé, Ruediger Khuer. “Global E-Waste Monitor 2020”. Obtenido de : http://ewastemonitor.info/wp-content/uploads/2020/12/GEM_2020_def_dec_2020-1.pdf

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